Esta es la historia de Syrah y Haruhi, dos chicas recién llegadas al Sweet Amoris, que revolucionarán la vida de sus habitantes.
Amor, música, secretos y sangre, una canción traída de un pasado que busca venganza. ¿Te atreves a averiguar la verdad?
Parejas: Syrah x Lysandro, Kai x Haru x Armin, Nathaniel x Castiel, Alexy x Kentin, Dajan x Jade, y las que vayan saliendo XD
Este fic contiene yaoi (lemmon, incesto, etc) violencia y lenguaje soez, si no te gusta no veas.
Si aun así te gusta, DISFRUTAA!!!
EL REY DE CORAZONES
Huir,
escapar, esa es mi única misión.
Años
y años huyendo de El, con la sed de venganza quemándome por dentro,
soñando con destrozarle lenta y dolorosamente. Pero no puedo, igual
que la mariposa no puede atacar a la araña, solo puedo huir y tratar
de no ver nunca mas ninguno de sus hilos.
CAPITULO
UNO
La
chica del piano
(narra
Lys :3)
Lluvia
en los tejados, lluvia en el suelo y lluvia en ¿mi ropa?
Suspire
apesadumbrado, Leigh me iba a matar cuando me viese. Me refugié en el
primer bar que encontré, tratando de escurrir un poco mi ropa. “Y
AHORA, UNA HABITUAL DEL LOCAL, NUESTRA CAMARERA Y FANTASIA! ¡PLUMA!
Di
un salto, sobresaltado por los gritos de aquel hombre del micrófono.
Mas mi miedo inicial paro en seco al ver a la cantante. Un vestido
negro hasta el suelo, la piel fina y clara, las manos, largas y
finas, sobre las teclas de un gran piano de cola. Pero lo que mas
llamaba la atención era su pelo, blanco como la nieve, blanco como
mi pelo. Pero entonces ella comenzó a cantar, acallando todas las
voces del local. Reconocí la canción nada mas escuchar las primeras
notas. Hurt, de Christina Aguilera. Pero aquello era imposible, nadie
sin una voz magnifica se atrevería a cantar. ¿O si?
Las
manos de ella corrían por las marfileñas teclas del piano, ágiles
como mariposas, mientras una voz angelical inundaba todos los
rincones del local. Cuando terminó la canción todo quedo en
silencio. Apenas unos segundos para asimilar aquella canción, el
sentimiento con el que cantaba aquella chica. La calma que precede a
la tormenta, pues los aplausos estallaron, los clientes se
levantaron, mas de uno con lagrimas en los ojos. Pero ella no se dio
cuenta. Todo el sentimiento, toda la pasión que había demostrado en
el escenario desaparecieron, dando a su rostro una expresión
monótona e impersonal, tan fría que podría haber sido una estatua
de mármol.
Trate
de seguirla entre el tumulto de gente, pero ella se escabulló con
elegancia entre el publico adulador, sin dejar que nadie consiguiera
tocarla. La ví salir por la puerta, empujando a la gente. Algo ardía
dentro de mi, un vacío en mi interior me decía que si la dejaba ir
nunca mas volvería a verla. ¿Que era aquel sentimiento?
Desesperación, ansia, deseo, felicidad, tristeza y … ¿Qué era
aquello?
Conseguí
salir del local, bajo la lluvia creciente, oyendo sus tacones resonar
por las calles empedradas de aquel barrio antiguo. Siguiendo aquel
sonido estuve tiempo, mucho tiempo, tanto que noté como me temblaban
las piernas de tanto correr. Paré un segundo a descansar, enfrente de
un callejón sin salida cuando una voz suave y angelical me
sobresaltó
-¿Me
estabas siguiendo?- Me giré,sorprendido, para encontrar detrás de
mi a la chica del piano, mirándome con una extraña mezcla de
curiosidad, enfado y diversión brillando en sus ojos. Me quede
embelesado en ellos, plateados y densos, como si de mercurio se
tratase, en sus labios gruesos, en el escote de aquel vestido negro
dejando a la vista la suave piel de sus... -Disculpa,¿Me estas
escuchando?
Sacudí
la cabeza, alejando mi mente de aquellos pensamientos -Perdona, me
había abstraído un poco. -Ya veo - murmuro ella -Perdona mis
modales, mi nombre es Lysandro y te seguía porque he quedado
impresionado al oírte cantar .Ella sonrió, haciendo que se me
parase el corazón. - Yo soy Pluma, pero por muy guapo e interesante
que seas, tengo compromisos que atender. Y acto seguido, dió media
vuelta y se alejó corriendo. Trate de seguirla, pero cuando creí
haberla alcanzado, solo encontré un callejón sin salida. Ya estaba
a punto de irme, cuando algo en el suelo llamo mi atención. Me
acerqué y vi que se trataba de una pluma blanca, atada a un papel por
un fino cordón de terciopelo negro.
Desenrollé el papel y comencé a leer
Mi
nombre es el vino, restándose 3
Aunque
de día me buques, no me ves
Cuando
la Luna brille, en el cielo me hallarás
donde
los árboles lloran y el aire brillará.
Si
el acertijo resuelves, un presente te concederé
Buena
suerte, Lysandro
Tras
leerla, sonreí a mi pesar. Tal vez si existiera el amor a primera
vista